Misteriosas esponjas bajo una barrera de hielo antártica

Las profundidades del mar no han terminado de revelarnos sus secretos. Si bien se pensaba que la vida era casi imposible en entornos desprovistos de luz y nutrientes, los investigadores del British Antarctic Survey descubrieron, durante una expedición, tipos de esponjas que viven a 900 metros bajo el hielo de la Antártida. Estos científicos habían perforado casi un kilómetro en lo que se conoce como una barrera de hielo, una extensión de un glaciar sobre el océano, que no debe confundirse con el hielo. Querían recoger sedimentos del lecho marino, pero chocaron contra una roca. Al enviar una cámara al pozo, grabaron un video que mostraba organismos vivos adheridos a esta roca, resultado presentado en la revisión Fronteras en ciencias marinas, 15 de febrero. Este es el primer descubrimiento en este entorno de formas de vida estacionarias y sésiles, es decir, fijadas a un soporte.

«Es un trabajo sumamente original, porque tenemos muy pocas observaciones en estas profundidades, explica Nadine Le Bris, profesora de la Universidad Pierre-et-Marie-Curie, en París, e investigadora del CNRS, que no participó en este trabajo. El acceso bajo el hielo es bastante difícil, tenemos una visión reducida de lo que hay en el fondo marino. » Los organismos observados no fueron identificados con precisión. «Solo obtuvimos una vista previa rápida del video y no tiene suficientes detalles, explica Huw Griffiths, primer autor del estudio. Creemos que hay al menos dos tipos de esponjas, pero es muy probable que algunas especies aún se desconozcan. «

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Este descubrimiento va en contra de las teorías sobre qué tipos de vida podrían sobrevivir en estas profundidades. «La idea general era que, bajo el hielo y a tanta distancia del mar abierto, tan lejos de la luz, sobreviven muy pocos organismos o especies muy móviles», confirma Nadine Le Bris.

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Sin luz, sin plancton

En trabajos anteriores se han observado algunos pequeños carroñeros y depredadores móviles en estos hábitats, como peces, gusanos o medusas. Por lo tanto, surge la pregunta de cómo las esponjas, especies inmóviles, pudieron desarrollarse allí. Este tipo de animales, cuya dieta se basa en el plancton, suelen encontrarse en zonas del océano por donde pasa la luz, lo que no es el caso aquí. Para resolver este acertijo, los investigadores plantearon dos hipótesis: o las corrientes marinas traen los nutrientes necesarios al sitio, pero todavía estamos a 260 km del frente de hielo, o hay otras presas presentes en este lugar, que extraen su energía de las filtraciones. de metano y sulfuro de hidrógeno en el fondo del océano.

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